Últimamente me veo relacionando recurrentemente la comida y situaciones de la vida de algunas personas. Me doy cuenta de que es un ejemplo muy sencillo de comprender y que aporta mucha luz a aquellos que lo toman en cuenta.

dolor estomagoExisten alimentos que no nos sientan bien cuando los comemos, por ejemplo en mi caso el ajo en más cantidad de la que puedo digerir me ocasiona largas y pesadas digestiones. Cada persona tiene aquellos alimentos que no debe comer o no comer en abundancia porque le sientan mal, de hecho, si comemos demasiado de cualquier alimento no nos sienta bien. Es este “no me sienta bien” el que me interesa relacionar con todo lo que cada cual vive.

Echa un vistazo a tu alrededor, ¿qué situación de tu vida te das cuenta de que no te está sentando bien? ¿qué pensamientos o ideas impiden que te sientas bien? ¿qué aguantas que otros te digan? ¿qué te tragas casi sin masticar?

¿Cómo nos damos  cuenta de que algo no nos sienta bien? De forma sencilla, poniendo la atención del mismo modo que cuando comemos, en nuestro cuerpo físico. ¿Te sientes lleno? ¿cansado? ¿agobiado? ¿cómo está tu estómago o tu pecho después de estar con esa persona? ¿cómo te sientes cuando te repites esa frase? ¿cómo te hace sentir esta o esa situación? Si te sientes en equilibrio, liviano, alegre… lo que sea te está sentando bien, sino es así estás teniendo una mala digestión por haber “comido”, “tragado”, algo que no te sienta bien.

Soy consciente de que a veces existen situaciones difíciles que sabemos nos hacen sentir mal pero no sabemos por dónde empezar… no te preocupes, sólo pon conciencia en cómo te está sentando, puede que sea doloroso al principio, pero poco a poco, la conciencia te ayudará a encontrar el camino de vuelta a casa, de vuelta a lo que necesites para estar bien. El cuerpo te avisa de cómo estás, escucharlo es de sabios.

ImagenEl sistema digestivo está relacionado con el tercer chakra, situado encima del ombligo, cerca del estómago. La acción sobre el cuerpo físico de este chakra es sobre el páncreas, también estómago, hígado, vesícula biliar, intestino delgado y músculos. Se le tiene en cuenta en alteraciones de la digestión, acidez, úlceras, hepatitis, piedras en la vesícula, diabetes… Asimismo es el encargado de equilibrar nuestra voluntad, autoestima, nuestra capacidad de asumir riesgos, toma de decisiones, ganas de cuidarse, capacidad de elegir, etc. El tercer chakra es conocido por ser el chakra de las emociones. Y ahí volvemos a la relación que antes establecíamos, comida y emociones, ¿qué te estás tragando? Abandona situaciones, personas, actitudes que no sean digestivas, simplemente date cuenta del efecto de éstas en ti, mejora tu calidad de vida.