Para hablar de neurosis desde la terapia Gestalt dejamos de lado los términos clínicos y ponemos nuestra mirada en algo así como un oscurecimiento de la conciencia en una persona. En ese sentido, en distintos personas se dan distintos grados de oscurecimiento.

Fritz Perls la definió así en una de sus obras: «Yo considero que la neurosis es síntoma de una maduración incompleta. Esta idea podría conducir hacia un nuevo enfoque de la neurosis: considerarla desde un punto de vista educacional en lugar de un punto de vista médico»

mecanismos-de-defensaDe lo que Perls señala se deduce que nadie nace neurótico, sino que uno deviene neurótico.

Es en el contacto «educacional» que vivimos, en nuestro entorno más inmediato (familia, amigos, profesores, personas importantes de su vida) donde encontramos los límites del sano desarrollo de nosotros mismos.  Los que nos rodean (por lo que sea, ellos mismos tampoco recibieron, etc.) no fomentan la confianza en nosotros, el amor, el respeto, sino que muchas veces todo lo contrario. Si en mi casa nadie comparte sus sentimientos y la tristeza no es una emoción bienvenida o quizás la rabia, entonces esas emociones no serán bien vividas por mi. De paso aprendo mientras crezco a evitarlas, convirtiéndome así en alguien adaptado a los patrones familiares con los que he crecido. Aprendemos a ser en el roce con los demás.

Para que podamos sobrevivir crece en nosotros ese «otro yo», el que se adapta. El problema es que terminamos identificándonos con ese personaje que ha  crecido en nosotros para poder vivir. A ese personaje también lo llamamos «máscara», y nos impide un contacto real con nuestras necesidades verdaderas, ya que nos comportamos desde algo que en realidad no somos, hemos aprendido a ser así.

Además, desarrollamos mecanismos de defensa que ayudan a mantener ese personaje. Quizás necesito contacto físico, tierno, con alguien, con las personas, pero para superar la falta de contacto en mi casa he tenido que crear un muro, una coraza con la que acabo sintiendo y creyendo que no necesito tal contacto, que a mi eso «no me va» o algo así (la necesidad de contacto pasa a ser inconsciente). O puede que evite la confrontación directa con la gente porque he aprendido a callar, pero de esa forma no expreso mis sentimientos y me pierdo solucionar de manera sana los conflictos que puedan surgir en mi vida (la necesidad de expresión pasa al inconsciente).

Comprender todo esto no es fácil. Es necesario sumergirse en un proceso de autoconocimiento importante, en el que se enfocan diversas escuelas de terapia como el eneagrama, la bioenergética y la propia terapia gestalt.

Alguno puede preguntarse por qué voy a querer ver partes de mi poco agradables, para qué quiero ver ese personaje en que me he convertido, si total, ya me identifico con él, o sea, no me doy cuenta… Bueno, al final solemos darnos cuenta de que no somos felices mientras nos relacionemos con el mundo detrás de una máscara (por muy inconsciente que ésta sea), tarde o temprano algo ocurre en la vida y ésta nos va apretar hasta que sintamos las gomas que la sostienen a nuestra cara.

Más información, citas, etc aquí:  contacta.