En la Terapia Gestalt, cuando decimos que “ha emergido una gestalt” nos referimos también a que ha emergido una necesidad, una figura o forma ha dejado de estar en el “fondo” para pasar a un primer plano o superficie. Pondré dos ejemplos para que se comprenda bien. Por ejemplo sencillo, me encuentro en una reunión con otras personas y siento la necesidad de ir al baño, la necesidad de ir al baño emerge del reposo o “fondo” en el que no era consciente de ninguna necesidad. Ahora tengo que decidir si interrumpo la reunión y atiendo mi necesidad o si espero a que termine, por lo tanto reprimo mi necesidad durante un tiempo. Por ejemplo complicado, siento que debería expresar algo que siento a alguien pero no lo hago porque pienso que no irá como yo espero. En este caso reprimir la necesidad dejará lo que llamamos una gestalt abierta”, puede que con el tiempo algo cambie y podamos cerrarla comunicando aquello que queríamos a la persona en concreto, puede que la vida nos obligue a cerrar la gestalt abierta a su manera, sin embargo suele ser preferible que decidamos nosotros cómo y cuando cerrar una necesidad que percibimos en nosotros.

Desde la Terapia Gestalt se cree que la acumulación de situaciones inconclusas a la larga desarrollan una sensación de inseguridad y mellan la autoestima de las personas. Ahora puse ejemplos más o menos fáciles de ver, pero si pensamos que además muchas de las gestalts se originan en la infancia, podemos ver que no es tarea tan sencilla reconocerlas; entonces podemos apreciar la importancia de revisar la propia vida ayudados de una buena terapia.

Una gestalt abierta en la infancia sería por ejemplo la necesidad de contacto del niño o niña frente a un padre ausente, el niño aprende a cubrir esta necesidad de muchas maneras (con otra persona, con su imaginación, desarrollando agresividad…), pero la gestalt sigue abierta porque su necesidad de su padre sigue en su inconsciente mientras no la reconozca y haga algo consciente con ella.

titella de la vidaLas gestalts de la infancia no resueltas, al perdurar en el tiempo, juegan un papel importante en el desarrollo posterior de la persona que seremos. El sano desarrollo se ve interrumpido, ya que nos adaptamos a unas circunstancias, respondimos a una situación desde una falta (este tema será desarrollado por mi más adelante), aprendimos a estar contentos para agradar a alguien, también a decir siempre que sí para sentirnos queridos y por lo tanto sentir miedo a decir no a causa de las posibles represalias, a trabajar duro para no parecer unos vagos, esconder la tristeza pues los que lloran son débiles… y un sin fin.

A la suma de comportamientos «falsos» de una persona le llamamos neurosis, es el resultado de la construcción de un personaje útil en un mundo hostil. Al madurar, ese personaje aprieta, pues nos damos cuenta de que no nos ayuda a ser felices, ya que la felicidad no puede venir sino de un comportamiento auténtico y nada auténtico puede venir de una relación «falsa» con lo de fuera. Por auténtico entiendo un actuar sin culpabilidad, una completa paz en actuar y ser tal y como uno siente que es.