Luna Blanca y Luna Roja son dos ciclos menstruales algo distintos entre sí. El primero pertenece al momento en que tu menstruación coincide en luna nueva y el segundo, de forma inversa, es coincidente con la luna llena.

Algunos de los conceptos que hay que tener en cuenta para entender la importancia de los ciclos son los de vida y muerte, fertilidad y regeneración. Estos conceptos corresponden a momentos distintos de nuestro ciclo, ovulación y menstruación por ejemplo.

La fase de Vida se relaciona con la ovulación y la de muerte con la menstruación. La luna también tiene sus fases de vida y muerte que corresponden con las fases luna llena y luna nueva. Cuando menstruamos durante luna nueva se dice que estamos en el ciclo luna blanca y cuando lo hacemos en luna llena se dice que estamos en luna roja.

El ciclo Luna Roja se centra en el desarrollo interior y la manifestación del mismo, y no hacia la expresión de las energías en la procreación y el mundo material. Como los hombres lo consideraron más poderoso y menos controlable, este ciclo se convirtió en el de la «mujer malvada». (Miranda Gray)

El ciclo luna blanca suele ser un ciclo tranquilo, donde nuestras emociones no nos arrastran de forma tan contundente, de ahí que muchas mujeres lo prefieran al potente luna roja.

Sin embargo, la sabiduría de los ciclos nos enseña que se trata una vez más de un baile entre la luz y la oscuridad que nos pide aceptación, comprensión, apertura. Si somos capaces de aceptar todo lo que la vida nos trae a través de los movimientos de nuestro ciclo, nos convertimos en mujeres más fuertes, más poderosas, más preparadas.

Así que puedes mirar a partir de ahora al ciclo luna roja como un ayudante en tu proceso de evolución. Algunas autoras dicen que las chamanas o mujeres que están al servicio de otros suelen permanecer más tiempo en esta fase de limpieza y transformación profunda. Y al ciclo luna blanca como un momento de descanso merecido para disfrutar y agradecer por todo lo aprendido.